De cómo las comedias románticas han echado a perder mis romances

Antes veía comedias románticas con el mismo fervor que ahora, pero con una diferencia: en verdad creía que el amor debía de ser así. Así que esperaba vivir relaciones cinematográficas. Haciendo una exégesis del tema, encuentro que hay recurrencias que no se ajustan a la terrenalidad de un romance terrícola. He aquí algunas de las que más daño causaron por creer que eran ciertas:

El personaje del escritor siempre es intenso, apasionado y profundo (además de que siempre conoce a una chica por la que sería capaz de despellejarse vivo). Y claro, yo quería ser escritor y por lo tanto debía de ser todo eso. De preferencia habitar en una buhardilla estilo europeo y enamorarme de la pálida chelista del edificio de enfrente.

Se besa con los ojos cerrados. Lo tonto es que para comprobarlo, a veces los abro.

El sexo es determinante y nunca es grotesco. Y la felicidad es directamente proporcional a la condición de atleta sexual que uno detente. Está bien: la química sexual sí determina si una relación funcionará o se irá apagando, pero las escenas de cama de la vida real distan de ser lo que el cine presenta. Las alternativas son: pecar de exigente, pecar de cándido o asegurarse que ambos vayan tres horas diarias a un gimnasio.

Si tu pareja no es encantadora es que eres un extra en la película. Nadie quiere ser el roomie de Hugh Grant en Notting Hill; o su hermana cara de pájaro. Pues bien, ellos tuvieron su romance también; pero…

La existencia de una mujer-de-tu-vida. Esto era verdad cuando la expectativa de vida en el ser humano era de 35 años. En ese sentido sí tuve una mujer de mi vida. El problema es que quiero vivir otros 35. Entonces el asunto se vuelve complejo, por no decir lo menos.

Que lo mejor que podemos hacer en la vida es tener una pareja. Sin comentarios este punto.

El momento en el que el protagonista descubre que la mujer de su vida la ha tenido todo el tiempo frente a sus narices y no se ha dado cuenta; en ese instante descubre que la ama (y la persigue, etcétera). ¿No les ha pasado? Pues a mí sí. Si han leído este blog completo ya conocen el desenlace de tan cerebral decisión.

La existencia de oportunidades que te presenta La Vida. Para empezar, La Vida no es una oficina que elabore el destino de sus seis mil y medio millones de afiliados. Así que nada, uno se las inventa y se lo cree y luego cuenta eso como un triunfo o un fracaso.

Que las historias se acaban con el emparejamiento definitivo. Y no, ahí apenas empiezan; sólo que cambian de género dramático: tragedia griega, pieza inmovilista, farsa melodramática, comedia de errores trágicos, etcétera.

1 comentario(sssssssss):

Lato dijo...

hola , què tal?
somos del blog http://desdelaperiferia1.blogspot.com
nos sentimos mu honrados en que nos hayas puesto en blog sobre relexiòn.

chao, nos estamos comunicamos

y te comento acerca de esto:
"El momento en el que el protagonista descubre que la mujer de su vida la ha tenido todo el tiempo frente a sus narices y no se ha dado cuenta; en ese instante descubre que la ama (y la persigue, etcétera). ¿No les ha pasado? Pues a mí sí. Si han leído este blog completo ya conocen el desenlace de tan cerebral decisión".

Yo no he leiìdo tu blog completo,pero creo que esto me topa. Hoy por hoy estoy pasando por esa etap y ni siuiera tengo el nùmero e aquel amor que deje escapar por tonto. Te imaginas lo mal que me siento ..


chao